El verdadero liderazgo es servir a los demás primero, antes que a uno mismo. He aquí el problema que tiene la mayoría de las organizaciones que operan desde una estructura de liderazgo jerárquico. Una vez que los líderes suben de nivel jerárquico en una organización, se ven por encima de su equipo. A pesar de su estado de tendencia, así como de su éxito, la mayoría de las personas no equiparan el liderazgo al servicio y se van tras la mediocridad del egoísmo. En lugar de ir tras el camino de la humildad, la influencia al entorno y conocer a las personas donde están, demasiados líderes piensan que ser un líder significa poder y autoridad.
Hoy en día en el mundo entero necesitamos de un liderazgo de servicio, como alternativa a los problemas que enfrenta los distintos sectores de la sociedad. Las cualidades de un liderazgo de servicio son centradas en las personas, modelando el comportamiento servicial y valorando el servicio a los demás. Son humildes, permitiendo que su comportamiento comunique sus valores y su aprecio por su gente, y están atentos, promoviendo la actitud correcta y los sistemas de creencias que alientan a otros a tener éxito.